Es verdad, es una opción muy rápida, y sobre todo tentadora por los resultados inmediatos que obtenemos, pero a decir verdad la instalación y la compra de los mismos puede irse a cantidades de dinero muy altas.
Entre una de las opciones para poder lograr esta sensación alfombrada y verde, esta la de sembrar el césped y cuidarlo desde el principio eligiendo el tipo de prado a plantar. Dentro de los varios pasos de cómo plantar el césped, uno de los más importantes es la preparación de la tierra que va a recibir estas semillas; para esto es necesario antes de sembrar, revisar el drenaje de la tierra, ya que con la lluvia se pueden generar charcos en el jardín, y esto no permite el buen crecimiento del césped y puede hasta ahogarlo y pudrir las semillas.
Un paso importante para sembrar el césped y que éste crezca vigoroso, es hacer el riego; antes de que nazca el césped será necesario mantener húmeda la superficie de aproximadamente 2,5 centímetros de profundidad por lo cual será necesario regar de a poco la superficie, así logrando por día hacerlo, de dos a cuatro veces, para evitar el riego directo y encharcar o erosionar demasiado la tierra. Una vez que el césped ha crecido, la frecuencia del riego por día debe ser menor. Uno de los riesgos que tiene lugar en verano, cuando nos preguntamos cómo plantar césped, se vincula con la cantidad de agua que necesita el prado para evitar que se generen hongos.
Ojo, rastrilla superficialmente para enterrar las semillas, moviendo el rastrillo de delante hacia atrás y avanzando. Con que queden ligeramente tapadas por la tierra es suficiente.
Como abono de fondo puedes emplear 5 ó 6 kilos por cada 100 metros cuadrados de fertilizante complejo 15-15-15 (este abono incluye nitrógeno, fósforo y potasio).