Análisis Foliar:
Es la información más certera respecto al estado nutricional de la planta, ya que brinda antecedentes sobre los nutrientes y el estatus que ha logrado absorber la especie.
Para realizarlo, es necesario recolectar hojas de cuatro a siete meses de edad, situadas en brotes sin frutas, desarrollados durante la primavera. La época de recolección de estas muestras en la zona central va desde febrero a mayo, es decir, desde finales de verano a otoño.
Análisis de suelo:
Es necesario monitorear el suelo, ver su contenido y estatus nutricional mediante el análisis de la tierra. Para esto, es fundamental realizar calicatas en los distintos sectores del predio y tomar muestras a distintas profundidades.
La más importante está situada en la zona de las raíces. En el caso del palto, el 80% de ella se encuentra en los primeros 40 cm del perfil.
Nitrógeno (nitrato de amonio):
Una buena fuente de este compuesto es el nitrato y amonio.
El amonio es fácilmente absorbible en forma de nitrógeno, ya que es más estable y gasta menos energía una vez que ingresa al tejido, por ende recomiendo fertilizar con esa fuente.
Las fechas de aplicación deben llevarse a cabo durante el periodo de mayor demanda, que ocurre entre los meses de octubre y abril, durante la estación vegetativa de los brotes. Un plan correcto debería aplicar alrededor de 100 unidades (kilos)/ha al año, repartidos durante el periodo de crecimiento.